La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, actualmente incurable, pero que hay tratamiento.
Se caracteriza por la desestructuración del citoesqueleto de las neuronas de la corteza cerebral, una región encefálica fundamental para las funciones cognitivas.
Se trata de una enfermedad genéticamente determinada, pero no necesariamente hereditaria, que causa demencia.
Clasificación de la Enfermedad de Alzheimer

Su clasificación se determina en 3 fases:
Fase Inicial
La fase inicial se caracteriza por un proceso natural de envejecimiento a través del comprometimiento de memoria reciente.
Fase Intermediaria
La fase intermediaria se caracteriza por la alteración en la capacidad de decisión (en la mayoría de los casos las personas no notan estos cambios), existen variados comprometimientos de las actividades instrumentales y operativas, donde podemos verificar déficits en la marcha, bradicinesia, hipertonía y apraxias.
Fase Final
En la fase final todas las funciones mentales están perjudicadas. El problema del habla progresa hasta la mudez y el individuo se torna dependiente para las actividades de vida diaria.
Otras anormalidades de comportamiento observados en la EA incluyen inquietudes motoras, agitación y ansiedad.
El mal de Alzheimer viene asociado a disturbios de análisis relacionados al raciocinio, con disturbios de alteración de interpretación de proverbios. Los exámenes de vocabulario son de suma importancia para exploración de la memoria semántica.
Diagnóstico

Existen tres opciones de diagnósticos posibles para la Enfermedad de Alzheimer.
Cuando hay impresión clínica de demencia, es apoyada por testes neuropsicológicos y la tomografía computadorizada presenta evidencias de progresión. EA posible, cuando el cuadro clínico sugiere el diagnóstico de EA, pero este cuadro es atípico o confundido por otros factores contribuyentes potenciales.
El diagnóstico de demencia debe establecerse por examen clínico, pero el estado mental del paciente influencia en la evaluación neuropsicológica, teniendo necesidad de déficit progresivo de memoria afectando la función cognitiva.
Tratamiento Medicamentoso
En el tratamiento médico son administrados Inhibidores de Acetilcolinesterasa para bloquear la quiebra de acetilcolina y así aumentar la cantidad de acetilcolina en el cerebro, el uso de esta droga ha tenido buenos resultados en la fase intermediaria.
Otros medicamentos se han mostrado más eficaces en el tratamiento de la EA en la fase más avanzada donde podemos destacar:
- Antiinflamatorios
- Factores neuropáticos
- Estrógenos
- Antioxidantes
- Bloqueadores del canal de calcio
Tratamiento Farmacológico
El tratamiento farmacológico se define en 4 ítems.
- Terapéutica Específica: que objetiva reverter procesos patológicos conduciendo la muerte neural.
- Visa el retraso del inicio de la enfermedad por un abordaje profiláctico
- Tratamiento Sintomático: este visa traer habilidades cognitivas y funcionales del mismo
- Terapia Complementar: será realizado un tratamiento de la acción no cognitiva de la enfermedad tales como: depresión, psicosis, agitación psicomotora, agresividad y disturbio del sueño.
Actuación del Método Pilates en la Enfermedad de Alzheimer
El Pilates tiene un papel muy importante para fase inicial de esta enfermedad, objetivando mantener el individuo más activo y retrasando la progresión de las pérdidas motoras, evitando acortamientos y deformidades e incentivando la independencia del enfermo.
Algunos tipos de ejercicios realizados mejoran la calidad del sueño, circulación sanguínea y prevención de algunas lesiones ortopédicas, además de la realización de un entreno aeróbico.
La práctica de este método será importante para prevenir o minimizar déficits de equilibrio en mayores con Enfermedad de Alzheimer, y con esto se observarán beneficios en el sistema cardiovascular, neuromuscular y sensorio.
Concluyendo…
“El método va a aparcar la progresión de la enfermedad de Alzheimer mejorando así la calidad de vida. En la parte mental, los ejercicios mejoran la concentración y la memoria. Y el trabajo con la respiración ayuda en el control de las emociones.”
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