Una duda muy común entre los instructores de Pilates es cuando se debe o no realizar la valoración postural con las alumnas embarazadas.
Mi respuesta es siempre: Sí, debemos realizar la valoración postural en embarazadas.
Cuando ya conocemos los desequilibrios musculares, antes del embarazo, siempre es más fácil que cuando recibimos la misma alumna después del según trimestre de embarazo, que en esa fase ocurren muchas alteraciones.
Algunas alumnas presentan algunas desviaciones posturales o hasta mismo desequilibrios musculares que son intensificados con el embarazo. Otras alumnas no presentan ninguna desviación significativa y empiezan a tener alguna desviación posturales comunes durante el embarazo que pueden llevar a cuadros de dolores e incómodo.
Así, en ese texto voy a explicar la necesidad de realizar la valoración postural en el embarazo antes de empezar las clases de Pilates. ¡Confiere!
La importancia de la valoración postural en embarazadas

La importancia de la valoración postural en las alumnas embarazadas es necesario para periodizar las clases de esas alumnas.
O sea, mismo sabiendo que muchas harán ejercicios parecidos o hasta mismo iguales, necesitamos saber identificar cuando el movimiento puede ser perjudicial y si otro movimiento traerá beneficios significativos para la embarazada.
Nosotros sabemos que algunas alteraciones, que hablaremos a seguir, son COMUNES durante el embarazo.
Pero eso no significa que sea una regla, y que todas sufrirán de los mismos desequilibrios y de las consecuencias de eses desequilibrios, pues depende de muchos factores. Uno de los principales es en relación a la condición física de la mujer antes del embarazo.
Consideramos que ese nuevo lenguaje corporal de la embarazada es apenas la manifestación de las adaptaciones al proceso del embarazo que ocurrirá de manera fisiológica.
Las clases de Pilates deben ser bien planeadas para que esa alumna tenga tranquilidad en esa fase.
Es importante también tener la atención a los síntomas relatados por esa alumna. Ya que ni siempre una alteración postural evidenciada para el instructor puede traer consecuencias importantes para la alumna.
Como ya lo dicho anteriormente esa valoración irá direccionar cuáles serán los ejercicios más adecuados para prevenir o hasta mismo disminuir los incómodos. No iremos tratar nuestras alumnas con protocolos listos e inespecíficos.
La valoración postural en cada trimestre

Otra manera de facilitar el entendimiento de esas alteraciones comunes durante el embarazo es pensar en las características específicas de cada trimestre.
Las características del primer trimestre:
En el primer trimestre, normalmente, no ocurren alteraciones muy intensas. Existen más adaptaciones emocionales a esa nueva fase.
Como por ejemplo el crecimiento de los pechos, los mareos, el sueño excesivo, las aceptaciones o rechazos del embarazo, esas entre otros cambios en ese primer trimestre que es muy instable.
En realidad, las alteraciones posturales no deberían ocurrir, pero en el caso de la ansiedad que esas mujeres tienen en querer parecieren ¨embarazadas¨.
Las alumnas generalmente tienen la tendencia de relajar el abdomen y de aumentar la lordosis lumbar.
Un hábito común que puede llevar a muchos dolores e incomodos, por eso siempre debemos orientarlas a no crearen esa postura incorrecta. Antes mismo del abdomen distenderse de verdad, que es cuando el niño empieza a crecer.
La importancia de la valoración postural en el primer trimestre

La valoración postural en el primer trimestre nos auxiliará a mejorar las desviaciones postural mismo antes del embarazo. También tenemos un parámetro en el post parto, que es cuando esa alumna deberá volver por lo menos con ese mismo padrón o con mejores condiciones.
Debemos valorar también la flexibilidad y la movilidad de la pelvis y de la columna. Pues durante la elaboración de las clases necesitamos mejorar eses factores, que serán importantes para mantener los alineamientos posturales y también facilitar el parto normal.
Con esas informaciones durante el primer trimestre será posibles orientarlas en relación a las modalidades indicadas. También en las actividades de vida diarias, para corregir los vicios posturales, antes que empiecen las desviaciones comunes del embarazo.
En el primer trimestre, podemos observar un aumento de la cifosis torácica y una protrusión de los hombros, debido al aumento de los pechos, las mujeres utilizan de estas compensaciones como manera de protección.
Debemos tener atención en la posición del sacro. Pues si él estuviere arredondeado o arqueado puede disminuir la movilidad de la articulación lumbosacra, sacro iliaca y de la pelvis. Además de tensionar la musculatura del suelo pélvico.
Si la embarazada presentar aumento de la laxitud de los ligamentos debemos tener más cuidados con los estiramientos excesivos y con los apoyos en las muñecas.
La valoración y las características en el Según Trimestre

El según trimestre ya empiezan muchos cambios en la organización de la embarazada. Ahora sí, el niño está creciendo y ganando peso.
Eses cambios llevan al aumento de la protrusión de los hombros, la tendencia (lo que no es una regla) a desplazar el centro del a gravedad hacia afrente. Es muy común la compensación del aumento de la lordosis lumbar.
Ese es uno de los motivos que debemos tener más atención al realizar los estiramientos de la cadena anterior, los ejercicios de pie, entre otros ejercicios que pueden aumentar esa compensación.
Durante la ejecución de los movimientos principalmente de los MMII, debemos orientarlas para que la pelvis y la lumbar no se muevan.
O sea, el Power Houser debe estar activado para mantener una buena estabilidad del tronco, lo que resultará un buen alineamiento y consecuentemente más conforto para la madre y el niño.
Factores Importantes

Otro factor importante que debemos valorar en esas alumnas, son las condiciones de trabajo. Las mujeres tienen que mantener un buen alineamiento postural en las tareas diarias.
Para que eso ocurra, nosotros, instructores de Pilates, debemos orientarlas cuál es lo mejor posicionamiento del cuerpo durante sus trabajos.
En general recibimos las embarazadas para empezar las clases en el primer o en el según trimestre. Pero puede ocurrir, como ya ocurrió conmigo alguna veces que una embarazada empiece a practicar Pilates en el tercer trimestre.
En ese caso, debemos tener atención en doble, pues no conocemos el histórico postural de esa mujer antes del embarazo.
Pero es importante valorar la movilidad de la columna y de la pelvis, la flexibilidad y la conciencia corporal. Además de todas las alteraciones que van a ocurrir en el según trimestre.
Es común una alumna que empiece el Pilates en el tercer trimestre tenga mucho más limitaciones que las alumnas que ya practicaban el método antes de los cambios posturales.
Entonces debemos tener atención en las dificultades de esa mujer embarazada y trabajar el gano de movilidad pélvica y de la flexibilidad. Para disminuir los incómodos y facilitar el parto normal para quién tiene ese deseo.
Conclusión…

En resumen, debemos siempre realizar la valoración postural en nuestras alumnas embarazadas. Debemos adecuar los mejores y más benéficos ejercicios, independiente de la fase del embarazo.
No existe un protocolo específico para valorar las mujeres embarazadas, podemos realizar la valoración común. Pero aumento la observación para eses detalles que fueron dichos en ese texto.
En los casos de quejas específicos como el dolor en la sacro iliaca, la pubalgia y la tendinitis… Podeos realizar una valoración más específica de la región donde se encuentra la queja de dolor.
¡Valoraciones posturales bien hechas resultarán en RESULTADOS satisfactorios!
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Referencias
Atividade Física na Gravidez e no Pós – parto, Marco Antônio Borges Lopes e Marcelo Zugaib, Editora Roca, 2010.
Fisioterapia Aplicada à Saúde da Mulher, Elza Baracho, Quinta Edição, Editora Guanabara Koogan, 2012.